No importa lo que digan los gurús laborales y expertos en el sector: la clave para sobrevivir a un trabajo no es apostar por la productividad, o la gran regla de “no hacerle spoilers a tus compañeros”, el verdadero secreto para prolongar tu vida laboral es nada más y nada menos que no calentar pescado en el microondas de la oficina.
Mentira.
Bueno, no “tan” mentira, ese es básicamente un mandamiento inquebrantable de cualquier ser humano que se condena a la convivencia con otros seres humanos y sus papilas olfativas.
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A lo que de verdad queremos referirnos cuando traemos a colación “la clave” para sobrevivir en un ambiente laboral es, y siempre será, no tomarse las cosas a pecho.
Entiéndase regaños, llamadas de atención o cambios repentinos en la asignación que pasaste las últimas siete horas de tu vida haciendo porque tu jefe te pidió con escaso tiempo de anticipación y carácter de urgencia que inventaras la cura contra el cáncer.
Sin embargo, que pida cambios no es un motivo lo suficientemente válido en el mundo laboral para sentirse aludido y considerar tu trabajo como una pérdida de tiempo.
Sellar tu pasaporte para unirte a la pirámide jerárquica de responsabilidades y supervisores implica adentrarte a un mundo de gente grande que convive con las opiniones de los demás, y no puede enemistarse solo porque a ti te parece que la presentación se ve mejor en rojo y a él le parece que tiene que ser azul.
Es por eso, que a la hora de manejar el feedback dentro de las cuatro paredes de tu trabajo, debes recordar que:
- No lo están haciendo porque te odian.
- El mundo no está en contra de ti.
- Nadie gana cuando se retrasan este tipo de conversaciones.
- Los comentarios constructivos sí existen, sino te pedirían que renuncies para ahorrarse tiempo.
- No es un asunto personal, sino laboral. A las 5:00 p.m. todo debería estar bien.
Y antes de comentar, juzgar y lanzar opiniones como confetti recuerda:
- Tomar en cuenta como el feedback te afecta a ti y a tu equipo.
- No hacer un “sandwich de feedback”: a veces es peor envolver lo negativo en dos lonjas de comentarios muy positivos.
- No acumules. Se deben expresar las opiniones cada vez que se tengan: créenos, esperar es peor.
- Sé directa.
- Siempre ten un propósito. Decir cosas malas por diversión no es feedback.
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El mundo laboral es así de complejo: todo era más fácil cuando en el colegio te podías ofender y eliminar al sujeto en cuestión de tu grupo de best friends forever.