Hace unas semanas, el periódico Folha de S. Paulo causó revuelo en las calles de Brasil cuando publicó en su primera página la imagen de dos personajes de cómic homosexuales abrazados, compartiendo un beso. ¿La razón? Una protesta contra el alcalde de Río de Janeiro que tomó la forma del titular Crivella intenta censurar un beso gay, pero la justicia lo prohíbe y abrió de nuevo el tema de la representación de la comunidad LGBTQ+, esta vez en el mundo de los cómics.
Los asistentes a la feria Bienial del Libro de Brasil fueron testigos de la censura del cómic Young Avengers: A Child’s Crusade por parte de la policía brasileña luego de que Marcelo Crivella, alcalde de Río de Janeiro, prohibiera la venta del libro al considerar que este poseía contenido sexual inapropiado para menores. Después de esto, Crivella publicó un video en su cuenta de Twitter donde dice que “libros así deben estar envueltos en plástico negro, lacrado y con un aviso de contenido en el lado de afuera”.
A decisão de recolher os gibis na Bienal teve apenas um objetivo: cumprir a lei e defender a família. De acordo com o ECA, as obras deveriam estar lacradas e identificadas quanto ao seu conteúdo. No caso em questão, não havia nenhuma advertência sobre o assunto abordado. pic.twitter.com/7tePvvM8ab
— Marcelo Crivella (@MCrivella) September 6, 2019
Las redes, la Bienial y la justicia de Brasil no tardaron en contestar. Al día siguiente, los ejemplares del libro se vendieron con un aviso que rezaba en tono irónico: “Este libro es inapropiado para personas atrasadas, retrógradas y prejuiciosas” y ese mismo día se agotaron. Dos días después, tras protestas de calle y quejas en las redes que llaman la atención a la mentalidad ultraconservadora de Crivella, así como a su mala gestión, la Corte Suprema del país intervino para revocar la orden de censura del alcalde.
Wiccan y Hulkling, la pareja que propició el escándalo en Brasil, no fueron los primeros superhéroes homosexuales que aparecieron en los cómics. La comunidad LGBTQ+ tiene una larga historia de representación en este medio que comienza entre las décadas de los sesenta y setenta, pero que ha pasado desapercibida a través de los años por decisiones editoriales.
Originalmente, las historietas y los libros de cómics mostraban a superhéroes excesivamente musculosos y varoniles, en una representación tradicional de la masculinidad. Las superheroínas se integraron lentamente, primero como contrapartes femeninas e intereses amorosos de los protagonistas, y luego como protagonistas de sus propias historias desde la aparición de la Mujer Maravilla en 1941.
La visión de superhéroes encasillados en sus géneros se mantuvo junto a las tramas sencillas y superficiales de las primeras historietas debido al Comics Code Authority (CCA) que, entre otras cosas, prohibía a las editoriales publicar cómics con historias muy oscuras, haciendo alusión al crimen, la corrupción, el terror o comportamientos de naturaleza sexual explícita y/o desviada por el bien de los niños. Y aunque este código no tenía efectos legales en aquellas compañías que no eran miembros, la distribuidoras rápidamente dejaron de trabajar con aquellas editoriales que no cumplían con los estándares de la CCA.
Desde entonces, si las editoriales querían incluir más diversidad en sus historias, creaban sellos fuera de la CCA con los que podían publicar historias más maduras o, como muchos hacían, creaban personajes estereotípicos que tenían actitudes homosexuales o bisexuales, pero nunca confirmaban su sexualidad.
DC Comics
A principios de los setenta se exploró un poco esta segunda opción con personajes secundarios con pocas apariciones en las series principales, tales como Dragón Lunar, quien se presenta por primera vez en 1973 en el volumen 1 de Iron Man. Al mismo tiempo, Marvel publicaba el primer número de la serie The X-Men, aquella que con su narrativa introduciría elementos de diversidad muy necesarios para el desarrollo posterior de historias con temáticas LGBTQ+ en los cómics.
Marvel Comics
X-Men es tal vez la obra más inclusiva en todo el mundo de los cómics. Su premisa es simple: un grupo marginado se enfrenta a un mundo que los rechaza por el simple hecho de ser diferentes. Si suena familiar, es porque se trata de un llamado de atención para una sociedad altamente racista y discriminatoria que en los años setenta se enfrentaba al poder del amor y la paz.
Sin embargo, no fue sino hasta los años ochenta que se comenzaron a dar señales menos discretas sobre la sexualidad de algunos personajes, igualmente secundarios y con pocas apariciones. Este es el caso de Karma, superheroína homosexual perteneciente a los X-Men, que tuvo su debut en 1980, y de Kitty Pryde, que debutó el mismo año en la serie de X-Men. Otro personaje reconocido es John Constantine, creado en 1985 por DC Comics, aunque fue en el año 2002 que se reveló que este es bisexual.
En este tiempo, las inclinaciones homosexuales se presentaban de manera implícita en los textos debido a que no se podía asegurar públicamente la sexualidad de la mayoría de estos personajes. Es por esto que los dibujantes optaban por esconder subtextos referentes a esto bajo ingeniosos juegos de palabras. Esto hizo que los personajes abiertamente homosexuales en los cómics cobraran mayor celebridad, como es el caso Northstar.
Marvel Cómics
El personaje de Northstar se pensó como parte del complemento canadiense de los X-Men, los Alpha Flight, pero su creador, John Byrne, quiso darles más profundidad y diversidad a sus personajes, elevándolos del estatus de simples complementos, por lo que reformuló la serie e hizo a Jean-Paul Beauvier —alter ego de Northstar— gay.
En el momento, esto no fue confirmado por restricciones de la editorial, pero en 1992 lo afirmaron en una de las publicaciones de Alpha Flight. Posteriormente, con la aprobación de la ley de matrimonio igualitario en 2012, años después y con una mentalidad más abierta, Marvel lo celebró con la boda de Northstar y su pareja, Kyle Jinadu, en los cómics.
Marvel Comics
No obstante, esta no fue el primer matrimonio del mismo sexo que se publicó en un cómic. La primera representación de una boda gay fue hecha por DC Comics en The Authority (1999), entre los personajes Apollo y Midnighter, quienes se creía eran una parodia de Batman y Superman.
DC Comics
Por su parte, Steve Englehart y Joe Stanton crearon para DC al personaje Extraño en 1988. Como la de muchos otros, la sexualidad de Extraño no fue confirmada hasta un tiempo después, pero los creadores dotaron al personaje de una personalidad alegre y vestuarios coloridos como representación estereotípica de la homosexualidad.
A partir de los años noventa y principalmente a comienzos del milenio, una mayor variedad de personajes LGBTQ+ aparecieron en los cómics. Lord Fanny, por ejemplo, es el primer personaje transexual, creado para el cómic Los Invisibles de DC en 1994. Ahora, una variedad de personajes han sido confirmados como bisexuales u homosexuales en un esfuerzo por cumplir con la demanda de personajes e historias más realistas.
DC Comics
La mayoría de los personajes LGBTQ+ en los cómics siguen siendo secundarios, pero cada vez más están adquiriendo mayor presencia en los grandes títulos de las compañías editoriales. Este es el caso de Batwoman, creada en 1956 y rediseñada en 2006 como lesbiana. Un cambio de este tipo, aunque fue recibido con entusiasmo por los fans, puede sentirse forzoso con personajes con cánones establecidos como Batman o Iron Man, por lo que las editoriales optan por crear nuevos personajes o reiniciar los universos, como fue el caso de New 52 (DC Comics) y Marvel NOW! (Marvel) entre 2011 y 2012.
Probablemente el personaje más conocido por “salir del clóset” luego de este nuevo comienzo del universo Marvel es Iceman, creado en 1963 como miembro fundador de los X-Men y confirmado como gay en 2015. En este caso es notable porque Iceman es un personaje principal de trayectoria, a diferencia de los que normalmente representaban a la comunidad LGBTQ+.
Marvel Comics
Por otro lado, al utilizar personajes de menor perfil, las editoriales pueden expandir sus historias y crear nuevos argumentos que apelen a audiencias más diversas que las de hace cincuenta años. El beso entre Wiccan y Hulkling, así como muchas otras representaciones explícitas de la comunidad en los cómics, es importante porque se hace sin ningún tipo de pretensiones o exageración. Para la audiencia de ahora es solo una pareja más compartiendo un momento especial.
Marvel Comics
En respuesta a lo ocurrido en Brasil, por ejemplo, el creador de los personajes Wiccan y Hulkling publicó en su cuenta de Instagram un mensaje refiriéndose a la importancia de tener personajes de este tipo en los cómics y cómo lo que busca toda historia es mover las fibras sensibles de la audiencia, siendo un espejo de la realidad.
Recientemente, las representaciones de la comunidad LGBTQ+ en los medios han aumentado exponencialmente. Muchos hemos aprendido a aceptar las diferentes preferencias sexuales como algo natural que no debe sorprender a nadie y eso es lo que intentan imitar los libros de cómics. Series como X-Men prueban que los dibujantes de historietas han estado en esta lucha desde hace años y que hoy puedan publicar historias que promueven los derechos LGBTQ+ nos hace creer que no se detendrán ante nada. Y nosotros no queremos que lo hagan.