Aún teniendo la mejor relación del mundo con mi madre, darme cuenta de que el ADN y la convivencia “no perdonan” es un acto de madurez de mi parte. Tarde o temprano llega el momento de aceptar que todas esas mañas de tu madre, que juraste nunca repetir, que criticaste con tus amigas y que le prometiste a tu niña interna jamás adquirir… Ya están contigo.
Querida, tú que me lees, toda esa información se guardó en tu cerebro tan rápida y eficientemente que pareciera haber sido descargada mediante conexión wi-fi, en un Coffee Shop en Corea del Sur. Como te dije, lo importante es aceptarlo y amar con cada fibra de tu ser a la mujer en la que te convertiste, que resultó ser idéntica a la mujer que más amas: tu mamá.
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Me parece cómico encontrarme de frente con cada una de las situaciones que me recuerdan que poco a poco me convierto en mi madre y acá les dejo algunas de ellas a ver si pueden sentirse identificadas:
- Soy la persona que le dice al grupo antes de salir de fiesta: “Deberíamos comer algo ahorita, para que la bebida no nos pegue en el estómago”.
- Tengo un pastillero de emergencias en mi porta cosméticos: ibuprofeno, anti alérgico, paracetamol y anti gripal. (Soy mi mamá o simplemente soy hipocondríaca).
- El café es necesario en mi vida. Al menos tres tazas al día. Café en la mañana antes de salir al trabajo, después de almuerzo haciendo la sobremesa y a mitad de la tarde, cuando pega el antojito.
- Dije «antojito». Se los dije, soy una señora prematura.
- Siempre tengo un suéter o chaqueta así vaya para la playa. “Uno nunca sabe cuando cambia el clima y lo mejor es prevenir antes de lamentar”. Aclaro, para mi mamá, lamentar es que te expongas al frío o la lluvia, te dé una gripe sin sentido y luego tengas que quedarte en cama tres días siendo miserable.
- Ya soy el contacto de emergencia de mis padres. ¿Donde se saca la certificación de la adultez? En un consultorio médico cuando eres quien acompaña a tu papá a llenar el formulario del seguro porque él está bajo las influencias de la anestesia.
- Confundo a la gente y sus nombres. Antes hacía un mejor trabajo tratando de recordar de dónde conozco a esta persona que me está saludando, ahora simplemente actúo que sé quién es y hasta le pregunto cómo van sus cosas. Esta última es buena técnica para que te arroje pistas y al fin recordar su identidad.
- Desarrollé una capacidad impresionante para hacer diligencias a tiempo y siempre llegar a la hora ideal para el almuerzo. Mi madre Virgo y multitasker hizo bien su trabajo y heredé la buena suerte que se necesita para ir al banco, pagar el gimnasio y cambiarle dos cauchos al carro, todo antes de la 1:00PM.
Estoy orgullosa de parecerme a mi Wonder Woman, por supuesto acá reflejé todo lo positivo de ser como mi madre, del TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) con la limpieza y la impuntualidad no me siento tan orgullosa, pero ya qué tanto. Ámense y amenlas.
¿Y tu? ¿Ya te convertiste en tu mamá?