Alguna vez vi una serie de la era victoriana en la que las prostitutas de la historia aseguraban que introduciendo una esponja con vinagre dentro de la vagina evitaban quedar embarazadas. Gracias a este aparentemente efectivo método, las jóvenes no veían su ocupación interrumpida y el dato le cayó de perla a la ingenua protagonista, quien estaba gozando de una vida lujuriosa con el otro vigoroso protagonista hombre.
“Coye, ¿será que es verdad?”
Tenía que serlo. Es lógico pensar que a lo largo de la historia de la humanidad las mujeres hayan querido encontrar distintas formas de evitar un embarazo no deseado. Seguro, durante mucho tiempo vivimos una vida sexual oprimida por una sociedad necia, pero de seguro que hasta la mujer más opusa, conservadora y sometida de aquellos tiempos en algún momento habrá pensado que tener 9 hijos no era una opción coherente (o mejor aún deseada).
La educación sexual en los colegios suele ser como mínimo escasa y tan poco profunda como la habilidad emocional de una roca, por lo tanto, como mujeres hechas y medianamente derechas todavía tenemos reservas, dudas y mitos de pueblo en la cabeza con respecto a los métodos anticonceptivos.
Sin intentar emular una página que da diagnósticos fatalistas como respuesta al pelo que te salió en la barbilla, abordaremos el tema de los anticonceptivos tratando de responder las preguntas que le harías a esa amiga demasiado enterada de la industria farmacéutica.
¿Para qué quiero saber de esto si en verdad no estoy teniendo una vida sexual activa?
Bueno porque con suerte (y capaz un cambio de actitud) en algún momento sí la tengas, and knowledge is power. Si sabes tus opciones, podrás elegir la opción que mejor te sirva y te guste.
Bruta.
¿Tengo que intentarlos todos para saber cuál es el mejor?
No existe método anticonceptivo perfecto, por eso no hay uno que sea “mejor que el otro”. La cuestión es que según tus necesidades y estilo de vida termines usando el más adecuado.
Si vives en Venezuela pues usarás el disponible, o el que te traiga tu prima del exterior. O no usas ninguno y tienes un bebé. Pero tampoco hay pañales, ni ganas de criar todavía…
Me distraje.
Qué bueno entonces que con tu ayuda oh gran escritora de The Amaranta tengo todas las respuestas.
Ni cerca. Yo más bien usaría todo lo que te estoy contando para tener buenas preguntas que hacerle al ginecólogo, él sabrá qué es lo que más te conviene.
¿Ginecólogo? NHIE
No vuelvas a abreviar never have i ever.
Y no vuelvas a salir de tu casa si llevas más de un año de tu vida menstruando y nunca has ido al ginecólogo. Eres una irresponsable.
Ajá pero ¿cuál es el tema con los métodos anticonceptivos que aparentemente tengo que leer un artículo al respecto?
Que lo más seguro es que conoces 4 o menos y además no conozcas cuán efectivos son, ni sus efectos secundarios.
¿Efectos secundarios?
Sí, de hecho hace poco se hizo viral un video de The New York Times que trataba del tema. Birth control your own adventure, es una película corta sobre la experiencia personal de una mujer que sufría de endometriosis y se sometió a cuanta pepita de hormona contra conceptiva existía, en todos los casos, fracasando estrepitosamente y exponiéndole así al mundo una conversación que pocos estaban teniendo sobre los efectos secundarios de los anticonceptivos.
Wao, qué miedo.
Sí. La endometriosis sucede cuando el tejido que se supone que solo crece en tu útero también se forma fuera de él por lo que eventualmente se tensa, rompe y sale con cada sangrado menstrual. Aparentemente duele tanto como ver a Jack Nicholson hoy en día en tanga, o más.
Y aunque el caso de la mujer del video es el de muchas otras, los anticonceptivos, en especial las pastillas, también han ayudado a muchas otras en temas dermatológicos, regulación del periodo y para controlar ovarios poliquísticos.
Todos los métodos anticonceptivos son así.
No, por eso te dije que leyeras.
Existen tres tipos de anticonceptivos: los que bloquean, los inhabilitadores y los que reprimen.
Entre los que bloquean están los condones femeninos y los masculinos. El segundo tipo es el más popular, pero ambos tienen el mismo principio de evitar que cualquier cosa salga del látex. La maravilla de estos es que además de frenar espermatozoides, también previenen enfermedades de transmisión sexual. Y no, esas no son un mito urbano. Su efectividad es de un 95% a 98% si es bien usado.
El diafragma también entra en esta categoría y se pone con espermicida, lo cual disuelve al espermatozoide y reduce el riesgo de embarazo a un 6%. Este se pone dentro de la vagina y se retira con cada menstruación.
Los inhabilitadores son eso, espermicidas que vienen en distintas presentaciones y previenen el embarazo un 82% de las veces. Es así como un repelente de insectos pero for the vag y la parte buena es que no tiene hormonas por lo que no te desbalancea si ese es tu rollo con los métodos anticonceptivos.
Como muestra el video, los que reprimen son aquellos que le complican la vida (o se la mejoran al mundo). Este tipo de anticonceptivo lo que hace es engañar a tu cuerpo para que piense que estás embarazada y por tanto no ovule.
De hecho, si llevas años en anticonceptivos tu cuerpo lleva meses pensando que está embarazado y eso me parece medio extraño. El punto es:
Hay muchos tipos y aquí es cuando la ayuda de un especialista es conveniente, porque los otros tipos de anticonceptivos no tienen realmente un efecto en tu balance hormonal.
El dispositivo intrauterino puede ser tanto hormonal como no hormonal. Es un aparato en forma de T chiquito que se inserta en el útero y libera hormonas (estrógeno y progesterona) que evitan el embarazo. Este puede venir envuelto en cobre, también llamada T de cobre y esta no lleva hormonas necesariamente. Su efectividad es de un maravilloso 99%, pero hay que estar pilas de que te lo ponga un buen médico.
Existen los implantes, y no precisamente de lolas. Este es un dispositivo que se inserta debajo de la axila, que solito va liberando las hormonas que evitan que quedes embarazada. El procedimiento no es nada grave y su efectividad es de 99%, además del hecho de que dura 3 años.
Por otro lado, la inyección se basa más o menos en el mismo principio. Te inyectan las hormonas de un golpe y no tienes que pensar en eso por otros 3 meses. También tiene un 99% de efectividad, sin embargo, el coctel de hormonas no sienta muy bien con todo el mundo y revisar los efectos secundarios de la inyección sería bastante inteligente antes de elegir.
El anillo vaginal es una especie de colita de goma que como los otros, libera hormonas y también tiene un 99% de efectividad. De la misma forma funciona el parche, la diferencia es que este se pega como el tatuaje chimbo que viene en un helado, en el brazo.
Por último están las polémicas y populares pastillas anticonceptivas. Estas se deben tomar todos los días religiosamente al mismo tiempo, no se pueden saltar y es sabido que te vuelves un rollo si entras a vacaciones y se te descuadra el horario, porque ya no hay una rutina que te obligue a tomarlas al mismo tiempo. Las pastillas como los otros métodos de la categoría de los reprimidores, liberan progesterona (o una combinación de hormonas) que evita el embarazo.
Ya va, pero entonces ¿Por qué todo el mundo las toma?
Bueno porque el tema de las pastillas es que son las más populares por ser las primeras, que ayudan a la gente con ovarios poliquísticos, a las que tienen endometriosis, a algunas que sufrimos de acné y a otras que no les viene la regla con regularidad.
El tema es que no es el método para todo el mundo. Es como decir que todas necesitamos el mismo tono de maquillaje (por más superflua que parezca la comparación). Las pastillas y el resto de las opciones hormonales puede provocar unos efectos secundarios bien desagradables como viste en el primer video, sin embargo a muchas personas les ha funcionado por bastante tiempo. Depende de tu cuerpo.
¿Hay unos métodos naturales no?
Hay uno en el que te tomas la temperatura y en teoría sabes qué días eres fértil, por tanto evitas tener relaciones y en muchos casos funciona. Aunque por su baja efectividad en comparación a los otros, no es el más preferido.
Ajá ¿Y la pastilla del día después?
Esa es llamada una opción de emergencia y en teoría existen 2: la pastilla del día después y un dispositivo intrauterino.
El último se puede poner entre los 5 días después de haber tenido sexo sin protección y es el método más efectivo.
La pastilla es un poco más invasora y realmente es un cóctel de hormonas tan fuerte como un martini doble seco. Los efectos secundarios son bastante fuertes y no se recomienda tomarla más de 2 veces al año con una ventana de 6 meses de separación. Aún así tomando estas medidas se corren altos riesgos de desequilibro hormonal y en algunos casos pueden causar infertilidad.
Como podrás entender estas opciones no son para tomarlas a la ligera y lo conveniente es que uses correctamente alguno de los métodos que hablamos antes para evitar ser la amiga que le crea una crisis existencial a las otras sobre cómo decirle a tu mamá que estás embarazada por tu novio imberbe.
Qué fastidio que nosotras seamos las que tenemos que estar pendientes de todo esto.
Bueno, pero también hay métodos anticonceptivos para hombres.
La vasectomía es el equivalente a ligar las trompas de falopio en una mujer. La diferencia es que para ellos el procedimiento quirúrgico es reversible.
También se había iniciado un estudio sobre una pastilla que redujera el conteo de espermatozoides en los hombres, pero muchos de ellos desertaron la prueba por conseguir demasiado difíciles los efectos secundarios.
Digamos que el mundo se indignó que para no tener hijos los hombres debían pasar el resto de sus vidas fértiles deprimidos, y ahí fue cuando tomaron en serio a muchas mujeres que decían que les sucedía lo mismo.
Mi abuela, de leer esto diría que:
“La mejor pastilla para no quedar embarazada es la que te pones entre las rodillas y no dejas caer por abrir las piernas”.
No puedo decir que no tenga razón…