Hay dos tipos de personas en el mundo: los que sobreviven unas vacaciones con dos franelas y un short, y los que tienen complejo de Mary Poppins y quieren meter una lámpara en la maleta para su viaje de tres días a la playa.
El segundo grupo es, por mucho, el más divertido; porque no importa cuánto espacio quede en la maleta, ellos siempre encontrarán la forma de meter más cosas que probablemente no necesitarán después. Para probar nuestro punto, le preguntamos a varias personas cuál era el secreto detrás de sus maletas.
¿Qué es lo más loco que has metido en una maleta?
“Mi mamá se llevó literalmente una maleta de quesos y el tipo de seguridad pensó que en Venezuela no existía el queso” – Mariana, 25.
“Seis cajas de condones. That’s what you call optimism” – Ainoa, 20.
“Mi novia no me creía que el agua directa del lavamanos sabía igual, así que le llevé un litro en la maleta” – Luis, 26.
“17 potes de Nutella. Se me fue de las manos” – Roger, 24.
“Como a mi abuelo ‘no le gustan las galletas de Estados Unidos’ metió varias cajas de pasta seca en su maleta” – Andrea, 20.
“No la metí yo, pero en un viaje una serpiente se coló en mi maleta y no lo supe sino hasta que llegué a mi casa. Estaba metida en mi media” – Daniela, 21.
“Hallacas. Los perros las olieron y los de seguridad pensaron que era droga por como estaban envueltas. Terminamos perdiendo el vuelo mientras nos revisaban” – María Teresa, 20.
“Laca para mi viaje de ida y vuelta a la playa” – Estefanía, 28.
“Habíamos parado en un parque y me encariñé con una tortuga de ahí. La metí en el bolso y me la llevé a mi casa” – Abraham, 20.
“Un afiche tamaño real de Zac Efron. No me arrepiento jajaja” – Sam, 22.
Sabemos que nuestras habilidades como empacadores aun no llegan a las capacidades de nuestros entrevistados, pero puede que estas vacaciones dejemos a un lado el límite de peso y nos aventuremos a meter más cosas de las que teníamos planeado; aunque preferimos no incluir animales vivos en la lista.